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La vida es una moneda: los lavacoches de Santa Rosa

Un trapo, un balde y horas en la calle. Desde hace un tiempo, decenas de personas han encontrado en el lavado de coches en la vía pública un recurso con el cual ganarse la vida. Se enfrentan a diario a la indiferencia, los prejuicios de quienes los miran con desconfianza, pero también con la comprensión de los que saben que, a veces, no es una elección sino la falta de otras oportunidades. Estas son cuatro historias de personas a las que la gente llama “trapitos”.

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